Cartagena. Peñas Blancas por el Embudo desde la Rambla del Cañar.
near El Cañar, Murcia (España)
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Itinerary description
A Franzapa, pateador incansable de caminos y senderos.
La ruta comienza en el cortijo (abandonado) de la Fuente del Cañar. Remontamos el curso de la rambla en dirección SO-NE y, tras recorrer unos 1500 ms tomamos a la derecha un camino bien marcado que discurre por un cultivo de secano. El camino se inicia con una suave pendiente y en dirección E, y a lo largo del mismo pasamos por un depósito de color blanco que dejamos a la izquierda en el sentido de la marcha. Al frente, según subimos, observamos en toda su magnitud las paredes verticales de Peñas Blancas, con la brecha por la que queremos acceder a la cumbre a la izquierda de la misma.
Seguimos el camino para encontrarnos con un segundo depósito blanco (más pequeño que el anterior), que también queda a nuestra izquierda en el sentido de nuestra dirección. Hemos recorrido unos 500 ms. desde que dejamos la rambla, y es en este mismo punto donde el camino que atraviesa los cultivos desaparece para seguir por un sendero marcado con hitos de piedra. El camino, que es claro y marcado regularmente con hitos de piedras, comienza a tener una mayor pendiente. Discurre alternativamente en tramos con vegetación arbustiva y zonas pedregosas, que dificultan el paso, y otras con una senda cómoda y despejada. En cualquier caso la dirección es clara.
Después de haber recorrido unos 600 ms. nos encontramos con un sendero transversal que recorre longitudinalmente toda la umbría de las Peñas (senda de Los Mineros). En el mismo punto en que las sendas se cruzan hay un hito. Continuamos con nuestra dirección ascendente, e iniciamos el último trecho que nos queda para llegar al embudo, lugar que nos dará acceso a la cumbre de las Peñas.
La senda se hace cada vez más empinada y la vegetación más espesa, aunque no deja de ser un gozo caminar entre especies aromáticas en plena floración, fruto de la recién estrenada primavera y las últimas lluvias.
Los últimos metros antes de hacer cumbre se complican y tenemos que emplear las manos para subir algunas rocas que nos dificultan el paso. El paso es angosto y las paredes se nos echan encima, por lo que queda bien definido como un "embudo". A nuestra espalda queda un paisaje que más adelante observaremos en toda su amplitud desde la cima. Pasamos el estrecho. Hemos llegado a la cumbre.
Este último esfuerzo nos ha dejado prácticamente junto al refugio de Peñas Blancas. Desde aquí, y después de echarle un vistazo y ver el buen estado en que está, nos dirigimos hasta el vértice geodésico, unos cinco minutos más allá, dirección NE. Ahora si podemos ver en todo su esplendor la panorámica que se nos ofrece desde la inmejorable atalaya en la que estamos. Las impresionante verticalidad de las paredes rocosas, la cuenca de la Rambla del Cañar en toda su amplitud, la pedanía del Cañar, el Pico de la Loma, El cabezo de la Panadera. Hacia el SO, ya en la costa, la Bahía de Mazarrón con la Azohía, Isla Plana, y el Puerto de Mazarrón en lontananza.
Tras un merecido refrigerio iniciamos la vuelta.
Volvemos sobre nuestros pasos hasta el refugio y, una vez allí, seguimos la senda marcada con hitos de piedras en dirección SO que va bordeando el precipicio por Las Rellanas. La senda se desdobla en ocasiones en otras buscando un mejor paso entre la vegetación o el pedregal, para pocos metros después volver a confluir en una sola. A lo largo de la misma observamos las señales que hay en los puntos de reunión para la práctica de rápel.
Continuamos por ella hasta llegar a la parte superior del Espolón, con otra vista esplendida de la Bahía de Mazarrón, el Cabezo de la Panadera y el complejo de la abandonada Mina Aqueronte. A partir de ahora queda un vertiginoso descenso de unos 300 metros de desnivel, hasta llegar de nuevo a la rambla por el Collado de Morales.
El camino no es fácil por los tramos de fuerte pendiente y en zigzag, entre rocas o solapados con otras de derrubios sueltos, por lo que hay que asegurar el paso ante posibles caídas. La senda es clara y está señalada con hitos y, aunque al paso de los caminantes algunos van cayendo y reponiéndose, el objetivo es claro: el fondo de la rambla y el cortijo de la fuente al que vamos viendo según bajamos.
Cuando estamos llegando a la zona arbolada de pinos el sendero se hace más agradable y claro según va descendiendo la pendiente.
Tras cruzar un pequeño ramblizo, llegamos a una balsa donde comienza un camino entre bancales abandonados, jalonado por algunas palmeras. El final del mismo coincide con nuestro punto de partida en el cortijo, frente a la Fuente del Cañar.
Ni que decir tiene que en verano este mismo trayecto ha de ser bastante más duro por el calor. Nosotros hemos tenido la suerte de hacerlo en primavera, cuando el clima es más benigno y la vegetación más vistosa y agradable.
Gracias a Gabi por las fotos y la ayuda aportada que, junto con Carlos, han sido compañeros inestimables de correría.
Gracias por el interés y espero que la disfrutéis tanto como nosotros.
La ruta comienza en el cortijo (abandonado) de la Fuente del Cañar. Remontamos el curso de la rambla en dirección SO-NE y, tras recorrer unos 1500 ms tomamos a la derecha un camino bien marcado que discurre por un cultivo de secano. El camino se inicia con una suave pendiente y en dirección E, y a lo largo del mismo pasamos por un depósito de color blanco que dejamos a la izquierda en el sentido de la marcha. Al frente, según subimos, observamos en toda su magnitud las paredes verticales de Peñas Blancas, con la brecha por la que queremos acceder a la cumbre a la izquierda de la misma.
Seguimos el camino para encontrarnos con un segundo depósito blanco (más pequeño que el anterior), que también queda a nuestra izquierda en el sentido de nuestra dirección. Hemos recorrido unos 500 ms. desde que dejamos la rambla, y es en este mismo punto donde el camino que atraviesa los cultivos desaparece para seguir por un sendero marcado con hitos de piedra. El camino, que es claro y marcado regularmente con hitos de piedras, comienza a tener una mayor pendiente. Discurre alternativamente en tramos con vegetación arbustiva y zonas pedregosas, que dificultan el paso, y otras con una senda cómoda y despejada. En cualquier caso la dirección es clara.
Después de haber recorrido unos 600 ms. nos encontramos con un sendero transversal que recorre longitudinalmente toda la umbría de las Peñas (senda de Los Mineros). En el mismo punto en que las sendas se cruzan hay un hito. Continuamos con nuestra dirección ascendente, e iniciamos el último trecho que nos queda para llegar al embudo, lugar que nos dará acceso a la cumbre de las Peñas.
La senda se hace cada vez más empinada y la vegetación más espesa, aunque no deja de ser un gozo caminar entre especies aromáticas en plena floración, fruto de la recién estrenada primavera y las últimas lluvias.
Los últimos metros antes de hacer cumbre se complican y tenemos que emplear las manos para subir algunas rocas que nos dificultan el paso. El paso es angosto y las paredes se nos echan encima, por lo que queda bien definido como un "embudo". A nuestra espalda queda un paisaje que más adelante observaremos en toda su amplitud desde la cima. Pasamos el estrecho. Hemos llegado a la cumbre.
Este último esfuerzo nos ha dejado prácticamente junto al refugio de Peñas Blancas. Desde aquí, y después de echarle un vistazo y ver el buen estado en que está, nos dirigimos hasta el vértice geodésico, unos cinco minutos más allá, dirección NE. Ahora si podemos ver en todo su esplendor la panorámica que se nos ofrece desde la inmejorable atalaya en la que estamos. Las impresionante verticalidad de las paredes rocosas, la cuenca de la Rambla del Cañar en toda su amplitud, la pedanía del Cañar, el Pico de la Loma, El cabezo de la Panadera. Hacia el SO, ya en la costa, la Bahía de Mazarrón con la Azohía, Isla Plana, y el Puerto de Mazarrón en lontananza.
Tras un merecido refrigerio iniciamos la vuelta.
Volvemos sobre nuestros pasos hasta el refugio y, una vez allí, seguimos la senda marcada con hitos de piedras en dirección SO que va bordeando el precipicio por Las Rellanas. La senda se desdobla en ocasiones en otras buscando un mejor paso entre la vegetación o el pedregal, para pocos metros después volver a confluir en una sola. A lo largo de la misma observamos las señales que hay en los puntos de reunión para la práctica de rápel.
Continuamos por ella hasta llegar a la parte superior del Espolón, con otra vista esplendida de la Bahía de Mazarrón, el Cabezo de la Panadera y el complejo de la abandonada Mina Aqueronte. A partir de ahora queda un vertiginoso descenso de unos 300 metros de desnivel, hasta llegar de nuevo a la rambla por el Collado de Morales.
El camino no es fácil por los tramos de fuerte pendiente y en zigzag, entre rocas o solapados con otras de derrubios sueltos, por lo que hay que asegurar el paso ante posibles caídas. La senda es clara y está señalada con hitos y, aunque al paso de los caminantes algunos van cayendo y reponiéndose, el objetivo es claro: el fondo de la rambla y el cortijo de la fuente al que vamos viendo según bajamos.
Cuando estamos llegando a la zona arbolada de pinos el sendero se hace más agradable y claro según va descendiendo la pendiente.
Tras cruzar un pequeño ramblizo, llegamos a una balsa donde comienza un camino entre bancales abandonados, jalonado por algunas palmeras. El final del mismo coincide con nuestro punto de partida en el cortijo, frente a la Fuente del Cañar.
Ni que decir tiene que en verano este mismo trayecto ha de ser bastante más duro por el calor. Nosotros hemos tenido la suerte de hacerlo en primavera, cuando el clima es más benigno y la vegetación más vistosa y agradable.
Gracias a Gabi por las fotos y la ayuda aportada que, junto con Carlos, han sido compañeros inestimables de correría.
Gracias por el interés y espero que la disfrutéis tanto como nosotros.
Waypoints
Waypoint
574 ft
Dejar la rambla
Comments (12)
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Magnífica excursión mágnífica descripción. Felicidades por la ruta.
Gracias Joaquín. Espero que pronto la podamos hacer juntos.
Un abrazo.
Bonita ruta y fotografías, muchas gracias por compartir. Un saludo.
Preciosa ruta e inmejorable descripción. A esta zona le tengo especial cariño porque crecí en la finca a la que pertenece el nacimiento del Cañar... y por aquí hice mis primeras excursiones de niña 😊 Saludicos!!
Muchas gracias Jose por tu comentario. Abrazos.
¡Sorpresa!
No me lo imaginaba Chispas.
Pues es un rincón muy bonito. Y las Peñas Blancas me pillaron desde antes de ir. Había oído hablar mucho de ellas y gracias a Gabi, que me ha abierto las puertas de Cartagena, ahora salgo más por allí que por aquí. Y lo que me queda.
Muchas gracias por el comentario que, viniendo de una maestra como tú, agradezco de corazón.
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Information
Easy to follow
Scenery
Difficult
Una ruta muy bonita con paisajes variados: de interior y de costa. Además tiene el aliciente del Embudo, que no es complicado pero sí que tiene mucha pendiente y sorprende su abundante vegetación.
No me extraña que Chispas sea montañera de pro y que nos lleve mucha ventaja por haber crecido en la zona.
Es la última zona de Cartagena que he explorado, siempre dejándola atrás por no estar junto al mar y por buscar las zonas acantiladas, pero es una maravilla.
Gracias Paco por compartir.
Gracias a ti por llevarme a conocer "nuevos mundos" tan cercanos como desconocidos.
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Easy to follow
Scenery
Difficult
Buena Ruta y buena compañía, con una subida entre los tajos que parecía imposible pero que resulto muy bonita y agradable.
Gracias Paco por compartir.
Muchas gracias a ti Carlos. Los caminos contigo se hacen alegres y muy cortos.
Seguiremos.
¿Y esa alusión principiando la crónica? Virgen santa, qué honor. Muchísimas gracias. Como he dicho siempre ( por ejemplo, y sin ir más lejos, a la querida islaplanense -¿se dirá así?- Chispas) hacéis unas rutas que no sé si realizaré jamás, pero que me regocijan por el único placer de leerlas y ver sus fotos. Fenomenal descripción, don Paco, con ese estilazo que se echa de menos -demasiado- por esta plataforma. Me atrevo a decir también que tiene un regustico "malpasiano"; y lo digo como piropo para ambos, que algo se simbiosis tenéis. Aunque, por sembrar un poco de polémica, y hablando de don J., me pregunto qué hay detrás de ese DIFÍCIL en esa valoración. Me tira muuucho para atrás, pero me pregunto si es un DIFÍCIL objetivo (objetividad, bendita palabra), o es para evitar que se os cuelen señor@s con bebés a cuestas y/o chancletas de goma que luego os pongan a caldo.
¡Joooo, yo tero hacela...!
Abracicos
Hoy día hay que poner "dificil" aunque sea referido a que cuesta mucho levantarse para ir al monte, en caso contrario te puedes llevar una amonestación gratis, pero creo que si Paco pone "difícil" es porque hay algo que no está al alcance de todo el mundo. ;-D
Hola Fran.
calificar una ruta siempre es de una subjetividad absoluta.
Comenté con Joaquín, que mi cuerpo serrano me pedía haberle puesto Fácil, pero no dejo de reconocer que cuando subes una ruta esperas que alguna persona se aventurará a hacerla. Ante esa tesitura me convencí de que no todo el mundo está capacitado para subir una roca de dos zancadas. También hay mucha gente que no pueda entender que en una cuesta se encuentre un pedregal que te haga bajar tres mts en un paso, y eso se le atragante.
Comprendo muy bien que alguien que es capaz de subir la Sagra, (por un decir) por el embudo esta calificación le resulte desmesurada, pero lo que no quiero es que nadie se llame a engaño y se meta en "camisas de once varas". Si el senderista que la haga le parece muy fácil: me alegro. Si el que se mete pensando que era más fácil le resulta complicada: quedó advertido.
A partir de ahí como decía el torero: " que dios reparta suerte".
En cuanto a lo primero lo he hecho porque eres mi amigo y quiero. Punto.
Gracias por tu comentario.
Creo que comprendiste perfectamente lo que ahora le he explicado a Fran.
Efectivamente. No voy a reiterarme mucho, pero pensando en los demás, lo que yo considere gris unos lo verán casi blanco, y otros lo verán casi negro.
Alguien puede pensar viendo las fotos: "si lo sube un perro lo subo yo". No siempre es así.
Gracias Joaquín.