Lagar de la Cruz. Cerro Pedro López. Riscos del Guadanuño. Puentes califal y romano (circular)
nálægt Las Ermitas, Andalucía (España)
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Salimos temprano de la explanada del Lagar de la Cruz buscando bordear la Urbanización La Matriz. Una vez en el llano de la Conejera, buscamos el Arroyo del Agua, que no bajaba seco para variar. El corto paseo junto a este arroyo es recomendable en todas las épocas. Poco después enlazamos con el GR-48. Atravesamos con él el Barranco de Picapedreros, para desviarnos en el Arroyo de los Arenales en búsqueda de la primera subida del día al Cerro Pedro López, la mole granítica típica de Las Jaras.
Hay que empezar a subir unos metros antes de llegar a una valla que corta el camino, por lo que tiene poca pérdida. El sendero de subida está algo cerrado, pero se va subiendo bien. Desde arriba hay unas preciosas vistas al Valle del Guadalquivir, al Lago de la Encantada y a nuestro próxima cima: Los Riscos del Guadanuño.
Bajamos del Pedro López por una vereda que nos deja en la parte norte de Las Jaras, pero pronto quedan atrás las parcelaciones para entrar en el precioso Barranco de Sierra Carbonera, que en cómoda bajada nos deja en el Río Guadanuño, en un punto donde se puede vadear habitualmente, salvo crecida. Nos entretuvimos un poco en la ribera y anduvimos unos metros más de la cuenta río arriba mientras echábamos fotos al río que estaba precioso. Eso nos hizo desviarnos un poco del sendero que sube a los Riscos, que cogimos poco después de salvar el cerrillo monte a través. El sendero es claro y en continua, pero cómoda pendiente, nos va acercando a los Riscos. Estas rosadas moles graníticas cada vez se nos iban acercando más. Se salvan un par de collados. En el primero de ellos puede verse el barranco por el que después subiremos.
Una vez que el sendero empieza a bordear los Riscos, hay que tener cuidado de no pasarse, pues la trocha va bordeando las montañas. Hay un solitario pino que puede servirnos de guía. Desde él, se gira a la izquierda para el barranco, que se sube muy bien, marcado constantemente con hitos. Al poco estamos en una mesa granítica preciosa, con vistas fantásticas, llamada Plaza de Armas. Buen sitio para reponer fuerzas. Quisimos coronar los Riscos viendo la bondad de las curvas de nivel que nos separaban de la cumbre. Contamos también con que el musgo que cubría las rocas ya estaba seco. Otros montañeros avisan del peligro de resbalones en este tramo, pero para nosotros fue cómodo, ya que el musgo estaba tan áspero que incluso ayudaba a fijar el paso. Creo que descartaría la subida en invierno. Desde arriba del todo las vistas no son mucho mejores que desde la Plaza de Armas, pero siempre es reconfortante tocar cima, aunque sea tan modesta como esta.
La bajada se hace por el mismo barranco, pero con mucho más cuidado, sobre todo si el piso está húmedo. En el último de los collados que pisamos a la subida giramos a la derecha buscando un camino que se ve en lontananza. Debido a ello, nos desviamos unos metros del track que llevábamos, pero bajamos bien, sin que la vegetación fuera tan densa para ponernos en problemas. Continuamos el camino paralelo al Barranco de Adeba durante unos kilómetros, muy agradable tanto al paso como a la vista. Subimos hasta la abandonada Casa de los Riscos y, poco después, disfrutamos de unas bonitas vistas de un meandro del Guadiato, nuestro próximo destino.
Abandonamos el camino cerca del Puente Romano (al que volveremos) para subir por el Guadiato en busca del Puente Califal. Este ya no puede hacer su cometido, pues el Guadiato echó abajo unos de sus ojos en una crecida, pero sigue majestuoso y misterioso en una bonita umbría. Desandamos hasta el Puente Romano del Guadanuño, una feria en el momento que pasamos. Este puente está mejor conservado que el otro, aunque creemos que por poco tiempo si no se restaura.
Desde aquí comienza la subida por la Vereda del Pretorio hasta las Jaras. Hay tramos por carretera y otros por senderos paralelos. Pasando la urbanización enlazamos hasta el final con el GR-48, que nos deja en el punto de partida de esta maravillosa ruta.
Hay que empezar a subir unos metros antes de llegar a una valla que corta el camino, por lo que tiene poca pérdida. El sendero de subida está algo cerrado, pero se va subiendo bien. Desde arriba hay unas preciosas vistas al Valle del Guadalquivir, al Lago de la Encantada y a nuestro próxima cima: Los Riscos del Guadanuño.
Bajamos del Pedro López por una vereda que nos deja en la parte norte de Las Jaras, pero pronto quedan atrás las parcelaciones para entrar en el precioso Barranco de Sierra Carbonera, que en cómoda bajada nos deja en el Río Guadanuño, en un punto donde se puede vadear habitualmente, salvo crecida. Nos entretuvimos un poco en la ribera y anduvimos unos metros más de la cuenta río arriba mientras echábamos fotos al río que estaba precioso. Eso nos hizo desviarnos un poco del sendero que sube a los Riscos, que cogimos poco después de salvar el cerrillo monte a través. El sendero es claro y en continua, pero cómoda pendiente, nos va acercando a los Riscos. Estas rosadas moles graníticas cada vez se nos iban acercando más. Se salvan un par de collados. En el primero de ellos puede verse el barranco por el que después subiremos.
Una vez que el sendero empieza a bordear los Riscos, hay que tener cuidado de no pasarse, pues la trocha va bordeando las montañas. Hay un solitario pino que puede servirnos de guía. Desde él, se gira a la izquierda para el barranco, que se sube muy bien, marcado constantemente con hitos. Al poco estamos en una mesa granítica preciosa, con vistas fantásticas, llamada Plaza de Armas. Buen sitio para reponer fuerzas. Quisimos coronar los Riscos viendo la bondad de las curvas de nivel que nos separaban de la cumbre. Contamos también con que el musgo que cubría las rocas ya estaba seco. Otros montañeros avisan del peligro de resbalones en este tramo, pero para nosotros fue cómodo, ya que el musgo estaba tan áspero que incluso ayudaba a fijar el paso. Creo que descartaría la subida en invierno. Desde arriba del todo las vistas no son mucho mejores que desde la Plaza de Armas, pero siempre es reconfortante tocar cima, aunque sea tan modesta como esta.
La bajada se hace por el mismo barranco, pero con mucho más cuidado, sobre todo si el piso está húmedo. En el último de los collados que pisamos a la subida giramos a la derecha buscando un camino que se ve en lontananza. Debido a ello, nos desviamos unos metros del track que llevábamos, pero bajamos bien, sin que la vegetación fuera tan densa para ponernos en problemas. Continuamos el camino paralelo al Barranco de Adeba durante unos kilómetros, muy agradable tanto al paso como a la vista. Subimos hasta la abandonada Casa de los Riscos y, poco después, disfrutamos de unas bonitas vistas de un meandro del Guadiato, nuestro próximo destino.
Abandonamos el camino cerca del Puente Romano (al que volveremos) para subir por el Guadiato en busca del Puente Califal. Este ya no puede hacer su cometido, pues el Guadiato echó abajo unos de sus ojos en una crecida, pero sigue majestuoso y misterioso en una bonita umbría. Desandamos hasta el Puente Romano del Guadanuño, una feria en el momento que pasamos. Este puente está mejor conservado que el otro, aunque creemos que por poco tiempo si no se restaura.
Desde aquí comienza la subida por la Vereda del Pretorio hasta las Jaras. Hay tramos por carretera y otros por senderos paralelos. Pasando la urbanización enlazamos hasta el final con el GR-48, que nos deja en el punto de partida de esta maravillosa ruta.
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Muy buena
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Miðlungs
Gran información y ruta!