Santa Pola - El Pinet

Comenzamos en Playa Lisa, en Santa Pola. En las calles de la urbanización que hay junto a la playa se puede dejar el coche. Si solo se desea hacer la ruta en un sentido, hay que dejar un coche en el Pinet, junto al Hostal Galicia.

Caminamos por el paseo de Playa Lisa, en dirección sur. Lo primero que encontramos al final del paseo es un cartel con información de la zona que vamos a recorrer. Tras pasar el cartel, nos encontramos con las salinas de Braç del Port, a la derecha, y con dos casamatas construidas en la Guerra Civil. También encontramos en esta zona los restos de una gabarra de las que se utilizaban para cargar la sal en el vecino muelle de las salinas.

A partir de aqui podemos caminar por la playa o por un sendero que discurre alejado del agua. El sendero sale más adelante a la playa, para cruzar un canal de comunicación del mar con las salinas cerca de la Casa de la Albufera. Por la derecha podemos ver la antigua torre del Tamarit, bastante alejada de la playa que lleva su nombre. Más adelante nos encontramos con otro canal de comunicación, que según esté el día podremos pasar sin problemas o tendremos que vadear (el agua puede llegar a la cintura). Tras este pequeño contratiempo seguimos descalzos por la arena de la playa hasta el Muelle de la Sal de las Salinas de Bon Matí. Este es uno de los muelles donde se cargaba la sal, y todavía podemos ver los restos de otra gabarra en la playa. Tras pasar por el muelle, seguimos caminando por la arena de la playa del Pinet hasta el Hostal Galicia, el otro punto de acceso de la ruta en coche, desde la Marina.

Desde el Hostal Galicia vamos a seguir por la pista asfaltada unos 200 metros hasta el aparcamiento de la ruta de las dunas del Pinet. En esta zona hay un pequeño recorrido por las dunas, señalizado, que pasa por varios miradores que nos permiten observar las aves acuáticas que anidan en el parque. También hay varios carteles que nos explican cómo se adaptan las plantas a vivir en este tipo de ambiente donde el agua tienen una gran salinidad. De hecho, uno de los atractivos de la ruta es ver algunas de estas plantas, como salicornias y saladinas. Una de las curiosidades del recorrido son las malladas, pequeños saladares húmedos inundados temporalmente con el agua de lluvia que permite aprovisionarse de agua a los animales que viven en la zona. También hay explicaciones de la dinámica de las dunas y del aprovechamiento de la sal. Hay que tener en cuenta que parte de este recorrido está cerrado entre el 1 de marzo y el 30 de septiembre, por nidificación de las aves. Tras este recorrido que no hace falta hacer completo, volvemos a salir a la playa por la parte norte de las dunas. El resto del recorrido vuelve a ser el mismo que a la ida, por la playa de regreso a Santa Pola.