Frigiliana - Cahorros Altos del Río Higuerón (May 2017)

Esta ruta recorre parte del cauce del río Higuerón, afluente del famoso Chíllar y se incluye dentro del Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama.

El punto de partida es el casco urbano de Frigiliana, frente al edificio del Ingenio y a pocos metros del cuartel de la Guardia Civil. Comienza en un carril hormigonado que desciende hasta el cauce del Higuerón. Hay carteles que indican este itinerario. El vehículo hay que dejarlo estacionado en el pueblo.

LLegados al cauce hay que seguirlo a la izquierda e ir siempre en ascenso. El río puede ser algo estacional y su caudal según las lluvias de cada año. Es más recomendable hacer esta ruta a final de primavera o principios de verano. En las primeras etapas el nivel del agua suele ser bajo, pero a medida que se avanza el caudal va creciendo pasando por algunas pozas interesantes. Siguiendo el cauce nos encontraremos con el pozo de Batán, que es una gran alberca de la comunidad de regantes y que sorprende por sus grandes dimensiones y profundidad. En la actualidad se encuentra vallada para evitar se utilice para el baño, ya que hace dos años un bañista corrió peligro de ahogo, pese a que estaba señalizada la prohibición de baño.

Pasando el hito anterior, se llega hasta el Area Recreativa de El Pinarillo, donde existen mesas y bancos, así como una fuente con agua potable; y con anterioridad también existían barbacoas junto a la fuente, pero que han sido demolidas, suponiendo sea por el riego de incendios. En este lugar existe una poza, que según el año hidrológico se podrá utilizar para un chapuzón, circunstancia que en esta ocasión no se daba por escaso caudal.

Hasta llegar a los cahorros y cascadas de agua caminaremos durante un tiempo por un pedregal que es aburrido e incomodo pero que merece la pena superar hasta llegar a la parte mas espectacular en la que se suceden las distintas cascadas y pozas, que en muchos casos habrá que salvar ayudados por otros acompañantes, ya que es cuando aparecen algunas complicaciones que en algunos casos pueden ser insalvables. Se trata de dos saltos de agua que sólo se pueden pasar con cierta habilitad y una cuerda, y para lo que se debe tener alguna experiencia.

Pasados los saltos anteriores, se llegaría a una cascada encajonada entre paredes rocosas y que sería el final de la ruta, y desde donde se iniciaría el regreso por el mismo camino, salvo que se quiera realizar por la acequia del pozo de Lízar, que no se recomienda por su estado, desnivel y algunos pasos muy complicados.