Cabo y faro de Peñas: acantilados (Asturias)

Cabo y faro de Peñas: acantilados.

La mayoría de quienes llegan en coche al cabo de Peñas y su faro, el punto más septentrional de Asturias, se asoman al mirador que hay junto a la terraza del restaurante y da por concluida la visita. Pero el espectáculo de acantilados, islotes y playas inaccesibles continúa si se sigue la marcha hacia el oeste (a la izquierda, según se mira el mar Cantábrico), por el sendero que discurre en paralelo a los cortados que alcanzan 100 metros de altura.

Se trata de un paseo aéreo con vistas costeras al occidente. Se ve en la lejanía el faro de San Juan de Nieva (Avilés). Una ruta une ambas luminarias: el PR-AS 25, de unos 18 kilómetros. La caminata que aquí se propone viene a ser, en su sentido de ida, un tercio de dicho trayecto, aunque alejándonos al principio del trazado del PR para disfrutar de los senderillos pegados al abismo, en lo que viene a ser la cima esteparia del cabo. El PR-AS 25 discurre por la parte central del páramo, desaprovechando las hermosas e impactantes panorámicas.

Los acantilados del cabo finalizan en la bandera que he señalizado en el mapa con el número 8, con una imponente balconada a los islotes llamados Piedras de Rosalía y la playa de Ferrero. Quien vaya apurado de tiempo puede regresar en ese punto al faro por el mismo camino que traía, si quiere seguir viendo mar, o por los senderos centrales del páramo, si prefiere variar. Solo llegar hasta aquí justifica el paseo. Ese tramo inicial es, si duda, lo más impactante de nuestro recorrido, que a continuación empalma con el PR-AS 25 (bandera 9) para llegar hasta el mirador de Ferrero (bandera 13 y 1.48 h), bajando antes a la playa de esta pequeña población (bandera 12).

El regreso al faro se hace por carreterillas rurales sin apenas tráfico, entre casas y explotaciones agrícolas, hasta dar de nuevo con el área esteparia del cabo, donde volvemos a adentramos por sus senderillos.