El Chaltén. Miradores de los Cóndores y de las Águilas
tæt på El Chaltén, Santa Cruz (Argentina)
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Rutefotos
Rutebeskrivelse
A las 7 de la mañana pasan a recogerme para llevarme a la estación de autobuses de El Calafate, donde tomaré un autobús hacia El Chaltén, la capital de la zona norte del Parque Nacional de los Glaciares y, posiblemente, de la mejor zona de trekking. El recorrido no es muy largo, algo más de 210 km, y la carretera está en buenas condiciones. La parte inicial del recorrido transcurre de nuevo por los grandes valles de la estepa patagónica, hasta rodear el extremo este del lago Viedma, para pasar a su litoral norte, por el que nos acercamos progresivamente a las altas montañas del Parque Nacional; seguiremos esa dirección hasta cerca de la desembocadura del río de las Vueltas en el Lago Viedma, y después seguiremos el curso bajo de este río para alcanzar la población de El Challtén.
A la entrada de la población el autobús se detiene en el área de control de acceso al Parque, donde un agente explica durante algunos minutos las medidas de seguridad a tener en cuenta y las distintas rutas a las que se puede acceder. Terminada la explicación el autobús sigue hasta la estación de autobuses, donde me recogen para llevarme a una Agencia local, comisionada de mi Operador, donde me explican muchas cosas sobre los diferentes servicios, rutas, lugares de comida,..., y a continuación me llevan al Hotel en el que me alojaré.
Es temprano aún, 13,30 horas local, y queda mucho tiempo de luz, así que aunque está lloviendo algo y hace bastante viento me dispongo a hacer una ruta corta para aprovechar mi estancia.
Me dirijo, pues, hacia el sur, en busca del Centro de Recepción de Visitantes, cerca del cual comienza la ruta de los Miradores de El Chalten. Antes de llegar me encuentro con un río no muy caudaloso, pero con un nombre importante: el Fitz Roy, que baja de dicho Glaciar, y se une al Río de las Vueltas en las afueras de El Chaltén. Tal parece que sólo con el nombre del río ya está uno en la Alta Montaña de nuevo, pero su curso, tal y como veré en los días sucesivos, merece ser visitado. No esta vez. Sigo adelante y alcanzo el Centro de Recepción, tomando el sendero que hay a su derecha, hacia el final del valle. Allí el sendero se divide en dos: el que sale por la derecha se dirige hacia la Loma del Pliegue Tumbado y la Laguna Toro, mientras el que sale por la izquierda asciende rápidamente por la ladera del valle para después, llegado al fondo del mismo, girar a la izquierda de nuevo y subir al Mirador de los Cóndores, a poca distancia en horizontal, pero unos 150 metros por encima del Centro de Recepción. El sendero está bien trazado, y la ascensión no reviste problemas fuera del producido por el fuerte viento que sopla, y que por supuesto se nota mucho más en el Mirador; las vistas desde aquí son magníficas, extendiéndose por el valle del Río de las Vueltas y las montañas vecinas hacia el norte; las nubes bajas hacen que no pueda disfrutar de la vista de Cerro Torre, el Fitz Roy o el Cordón de los Cóndores; las vistas hacia el sur son limitadas, por la superior altura de los montes situados por detrás.
Vuelvo hacia atrás, hasta alcanzar el fondo del valle, donde encuentro el sendero que sigue hacia el Mirador de Las Águilas. Este es un trayecto más largo, casi llano al principio, atravesando prados donde pastan algunas vacas, que sigue hasta casi el fondo del valle, pasando al lado de una pequeña laguna (la Laguna de las Águilas), y por debajo de una cima donde hay unas antenas, hasta llegar al punto donde el valle termina, y desde el que hay una buena vista del Lago Viedma y el valle del Río de las Vueltas. En ese punto queda por detrás una elevación, con un sendero por el que subo que me permite ascender unos 50 metros más, alcanzando el Mirador de las Águilas, donde las vistas son impresionantes, aunque el viento no me permite estar muy relajado, ni hace aconsejable permanecer allí mucho rato. Desciendo, pues, hacia el valle y emprendo la ruta de regreso, deshaciendo el mismo camino por el que antes he llegado. Ha dejado de llover, pero el viento sigue siendo molesto y las vistas están limitadas por las nubes, por lo que decido volver al Hotel y, tras una buena cena en el mismo, me retiro para preparar las rutas de los próximos días.
En conjunto, la de hoy ha sido una ruta fácil, corta y con limitada pendiente. Accesible a casi todo el mundo si no hace viento, puede ser bastante incómoda cuando sopla fuerte y puede plantear problemas de seguridad en algunos puntos si además está mojado el suelo. Por lo demás, considero que permite tener buenas vistas con un ascenso muy limitado, así que si no hay tiempo o ganas para más este es un recorrido muy asumible.
A la entrada de la población el autobús se detiene en el área de control de acceso al Parque, donde un agente explica durante algunos minutos las medidas de seguridad a tener en cuenta y las distintas rutas a las que se puede acceder. Terminada la explicación el autobús sigue hasta la estación de autobuses, donde me recogen para llevarme a una Agencia local, comisionada de mi Operador, donde me explican muchas cosas sobre los diferentes servicios, rutas, lugares de comida,..., y a continuación me llevan al Hotel en el que me alojaré.
Es temprano aún, 13,30 horas local, y queda mucho tiempo de luz, así que aunque está lloviendo algo y hace bastante viento me dispongo a hacer una ruta corta para aprovechar mi estancia.
Me dirijo, pues, hacia el sur, en busca del Centro de Recepción de Visitantes, cerca del cual comienza la ruta de los Miradores de El Chalten. Antes de llegar me encuentro con un río no muy caudaloso, pero con un nombre importante: el Fitz Roy, que baja de dicho Glaciar, y se une al Río de las Vueltas en las afueras de El Chaltén. Tal parece que sólo con el nombre del río ya está uno en la Alta Montaña de nuevo, pero su curso, tal y como veré en los días sucesivos, merece ser visitado. No esta vez. Sigo adelante y alcanzo el Centro de Recepción, tomando el sendero que hay a su derecha, hacia el final del valle. Allí el sendero se divide en dos: el que sale por la derecha se dirige hacia la Loma del Pliegue Tumbado y la Laguna Toro, mientras el que sale por la izquierda asciende rápidamente por la ladera del valle para después, llegado al fondo del mismo, girar a la izquierda de nuevo y subir al Mirador de los Cóndores, a poca distancia en horizontal, pero unos 150 metros por encima del Centro de Recepción. El sendero está bien trazado, y la ascensión no reviste problemas fuera del producido por el fuerte viento que sopla, y que por supuesto se nota mucho más en el Mirador; las vistas desde aquí son magníficas, extendiéndose por el valle del Río de las Vueltas y las montañas vecinas hacia el norte; las nubes bajas hacen que no pueda disfrutar de la vista de Cerro Torre, el Fitz Roy o el Cordón de los Cóndores; las vistas hacia el sur son limitadas, por la superior altura de los montes situados por detrás.
Vuelvo hacia atrás, hasta alcanzar el fondo del valle, donde encuentro el sendero que sigue hacia el Mirador de Las Águilas. Este es un trayecto más largo, casi llano al principio, atravesando prados donde pastan algunas vacas, que sigue hasta casi el fondo del valle, pasando al lado de una pequeña laguna (la Laguna de las Águilas), y por debajo de una cima donde hay unas antenas, hasta llegar al punto donde el valle termina, y desde el que hay una buena vista del Lago Viedma y el valle del Río de las Vueltas. En ese punto queda por detrás una elevación, con un sendero por el que subo que me permite ascender unos 50 metros más, alcanzando el Mirador de las Águilas, donde las vistas son impresionantes, aunque el viento no me permite estar muy relajado, ni hace aconsejable permanecer allí mucho rato. Desciendo, pues, hacia el valle y emprendo la ruta de regreso, deshaciendo el mismo camino por el que antes he llegado. Ha dejado de llover, pero el viento sigue siendo molesto y las vistas están limitadas por las nubes, por lo que decido volver al Hotel y, tras una buena cena en el mismo, me retiro para preparar las rutas de los próximos días.
En conjunto, la de hoy ha sido una ruta fácil, corta y con limitada pendiente. Accesible a casi todo el mundo si no hace viento, puede ser bastante incómoda cuando sopla fuerte y puede plantear problemas de seguridad en algunos puntos si además está mojado el suelo. Por lo demás, considero que permite tener buenas vistas con un ascenso muy limitado, así que si no hay tiempo o ganas para más este es un recorrido muy asumible.
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Kommentarer (13)
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Ruta fácil, aunque el clima era hoy poco propicio, con grandes vistas a lagos y montañas
Ruta corta, para entrar en calor y valorar el entorno
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Ruta para entrar en calor para las que seguirán en el Chaltén.
Efectivamente, fue la que hice la tarde en que llegué. Era fácil y corta y los guardias me dijeron que si despejaba tendría buenas vistas al Fitzroy. No fue así, pero en los días siguientes tuve buena ración de Fitzroy.
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Hermoso mirador de la ciudad con el fondo deL Cerro Chalten
Gracias por su valoración.
De lujo
Gracias por su valoración.
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El camino es sencillo y con poca pendiente. Hermosos avistajes
Gracias por su valoración
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Xq Para fijar un clip, manténlo fue presionado. Después de una hora, d te va e borrarán todos los clips que no estén fijados.
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Ruta para calentar las piernas el día 1