2021 10 01 Liouviella-Cupula Secus-Portaza

En principio tenía intención de llegar hasta el Puntal de Secús más cercano al Bisaurín (también llamado pico del Mediodía), pero al llegar a la primera de las cimas (Liouviella) el panorama me fue absorbiendo de tal manera que me dediqué a contemplar y disparar fotos con tales ganas que me fui olvidando del reloj. El cielo, además, se fue encapotando tanto por la tarde, que apenas pude disfrutar de las últimas y mejores luces del otoño. No obstante, el resultado fue casi pleno, como la oferta panorámica de toda la cresta: espectacular.

El camino desde Lizara hasta la Plana Mistresa es apto para casi cualquier senderista; poco antes de llegar a su llano hay un par de pasajes en los que las vacas pasan con un poco de dificultad.

Desde Mistresa hasta el primero de los picos (Liouviella), tomé el camino directo, por prados al principio y tasca alpina después, fuera de sendero, pero fácil. Solo en la parte cercana al pico, donde hay que franquear un zócalo de rocas más empinado, podría poner en aprietos a algún senderista poco iniciado.

Desde el pico Liouviella ya se domina un panorama fantástico, con el Valle de los Sarrios a los pies, y la estilizada punta norte (sin nombre) del mismo Liouviella. Parece más segura y compacta por la derecha, pero tiene un muro inicial que, tanto su acceso como su escalada (escasos 10 metros) suponen exponerse a una fuerte caída. En cambio, por la izquierda se ve una chimenea doble, encajonada, que evita esa intensa exposición al vacío. No obstante, la exposición no está evitada del todo, porque tanto el acceso a la chimenea (II delicado) como la primera parte de ella (III casi vertical) exigen total atención. Hay que evitar tocar la roca suelta (muy abundante).
Desde arriba valoré las posibilidades de bajar por el otro lado, pero volví a preferir las dos chimeneas (la superior es más fácil, I/II).

Después, un lomo por el cielo primero y una sucesión de gradas laberínticas después, escalada fácil (desde lejos apenas se aprecia la dimensión que tienen), nos sitúan en el hombro oriental de la Cúpula de Secús, otro paseo por el cielo hasta la base de la pirámide final, donde un sendero bastante marcado (apenas se ven posibilidades seguras de ascensión por otro sitio) sube sin apenas dificultades hasta la misma cima (I+ con mucha cascajera suelta). La panorámica mejora cada vez.

Bajada por el mismo sitio y, pegado lo más alto posible a la cúpula terminal, pronto se convierte de nuevo en lomo cercano al pico de Alto de la Portaza (una punta pequeñita y dos grandes casi gemelas), que en nuevo paseo por el cielo nos lleva con emoción, pero sin dificultad, ante una panorámica soberbia, tanto hacia adelante como hacia lo pasado atrás y más allá. Desde aquí, la próxima ascensión (pico de la Portaza) promete, como poco, dudas y decisión, porque a simple vista no se aprecia ninguna ruta suficientemente segura. Pero primero hay que bajar: tenemos una prominencia por debajo, afilada de forma rectangular que habremos de cruzar siguiendo por la arista antes de bajar brusco (fácil pero delicado) ahora sí, al amplio collado, también llamado Portaza o Brecha de Secús.

Y vuelta a subir por terreno laberíntico otra especie de zócalo de grandes rocas, similar al acceso al hombro de la Cúpula de Secús. Se alcanza así otra arista casi horizontal, con rocas que perfilan por la misma arista la tasca alpina, y que llevan directo a la base oriental del imponente mallo rocoso (pico) de la Portaza. Y casi junto a la pared oriental (oculta antes por el mismo reborde del mallo) aparece una línea directa (más que una fisura pero menos que una chimenea) que, por roca excelente permite subir con una escalada poco difícil (II+ bastante expuesto). Panorámica 5 estrellas.

Bajada por el mismo sitio y, con el cielo bastante encapotado y la tarde avanzada, abandono la arista bajando directo, fuera de sendero, emocionante en algunos tramos debido a las dudas (sin dificultad) hasta la Plana Mistresa y después por la GR de subida hasta el origen.